NECESITO TU COMPLICIDAD EMOCIONAL
No puedo engañarte, prometiéndote falsos paraísos,
comprometiéndome a llenar tus días de alegrías.
Pero sí me responsabilizo,
a no envenenarte con mis momentos de ira,
a no usarte con mi tristeza, como un pañuelo desechable,
a no contagiarte mis miedos,
a no atormentarte con el sufrimiento inútil,
a no aplastarte con mi orgullo,
y a no abrumarte con mi alegría.
Pero para eso, necesito tu complicidad, porque todo esto,
no significa que no compartamos nuestras emociones.
Necesito que nos comprometamos
a que calmemos y escuchemos, que dolor es el que esta oculta la ira,
a que nos acompañemos en silencio, cuando aparezca la tristeza,
a que nos cojamos de la mano, para superar el umbral del miedo,
a que nos acurruquemos, cuando sintamos el dolor de una pérdida,
a que alimentemos el perdón, cuando uno dañe al otro sin querer,
a que compartamos con entusiasmo, la alegría ajena.
Simplemente te pido, que no nos perdamos el respeto el uno al otro,
por no saber gestionar nuestras propias emociones. Y que
aprendamos con humildad, a aceptar y respetar, nuestras
diferencias, entrelazándolas con el amor y la creatividad.
Baldi Figueras *
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